
Hoy vamos a hacer referencia al seguimiento que se hizo a una noticia en La Verdad de Murcia. Por lo visto, hace unas dos semanas, ingresaron a una niña gitana en la UCI del hospital La Arrixaca. A partir de ahí, y según La Verdad, se registraron algunos incidentes con la familia de la menor a los que el periódico decidió dar cobertura con las siguientes informaciones:
- El padre de una niña ingresada en La Arrixaca golpea a una vigilante (11/01/08)
- Una familia gitana acampa en la sala de espera en la UCI pediátrica de La Arrixaca (14/01/08)
- La Arrixaca negocia con la familia gitana para evitar nuevos altercados en la UCI (15/01/08)
- Una familia gitana reduce su presencia en los pasillos de materno-infantil en la Arrixaca por petición del hospital (15/01/08)
1. No hay que incluir el grupo étnico, el color de la piel, el país de origen, la religión o la cultura si no es estrictamente necesario para la comprensión global de la noticia. La trampa en este caso está en decir que sí que necesitamos esa información para comprender la noticia. Sin embargo, esto es falso, decir que son gitanos no sirve para que entendamos mejor la noticia, para lo que sirve es para que reforcemos el estereotipo negativo de que los gitanos no respetan las normas y van a su aire. Al corresponderse con la idea que tenemos es más fácil retenerlo porque, "como los gitanos son así".
2. Es necesario evitar las generalidades, los maniqueísmos y la simplificación de las informaciones. Los gitanos son tan poco homogéneos como los no gitanos. Lo que La Verdad cuenta es un caso concreto pero se generaliza a través de afirmaciones como la siguiente: "en su cultura cuando alguien de su etnia tiene problema de este tipo suelen acudir toda la familia". No se incide en que esto no es lo normal ni lo habitual sino que se atribuye este comportamiento a todo el colectivo gitano.
3. No deben potenciarse las informaciones negativas ni las sensacionalistas. Hay que evitar crear inútilmente conflictos y dramatizarlos. Hay que potenciar la búsqueda de noticias positivas. Es decir, lo que no se debe hacer es justamente lo que se ha hecho. El periódico decidió hacerse eco de esta noticia sin importarle ningún dilema ético sobre la conveniencia de darle cobertura. Así, se crea un conflicto y se dramatiza (el padre que pega al vigilante, los colchones en la sala de espera, el patriarca que tiene que intervenir, etc.). Todas estas referencias no hacen más que exagerar los hechos y presentar la imagen de que nos enfrentamos a un conflicto muy grave. Sin embargo, a la luz de las informaciones del último día, la cosa no fue para tanto. Se habló con ellos y parece que redujeron su presencia en el hospital y moderaron su comportamiento. Lo malo es que el daño ya estaba hecho. A este respecto, siempre son un buen indicador los comentarios que deja la gente a la noticia. Resulta interesante observar como es precisamente en las últimas noticias, las más templadas diría yo, donde el periódico recoge lo que ha sembrado durante los días anteriores. (Sólo hay comentarios en las del día 15)
4. Ecuanimidad en las fuentes de información. Es necesario contrastar las versiones institucionales. Por supuesto, de esto nada. No hay ni una sola declaración que haya salido de la boca de alguno de los miembros de esta familia. Aquí, todo lo dice el hospital (fuente institucional) y no hay contraste alguno con las versiones de la propia familia.