Mientras leía esta información recordé que el programa Callejeros se desplazó a este barrio malagueño para hacer el reportaje "Palma Palmilla". En el fragmento que he enlazado, hacia el minuto 6:09 aparece en escena una familia (deliberadamente) gitana que muestra su casa al reportero. Estas son algunas de las perlas que dedica el periodista a la mujer que, con toda la amabilidad del mundo, le abre las puertas de su hogar:
"¿La casa cómo está?, ¿la tienen bien?"
"Están las cosillas por medio"
" Qué están, ¿arreglando la habitación?...¿quién lo diría no?"
"Lo que veo es esto, que tienen esto un poquito desordenao, que tienen suciedad en el suelo" "¿Esto lo tiran ustedes? "Digamos que tampoco hace por tener las aceras limpias, porque por ejemplo veo que esto que es parte de su casa..."
La señora, aguanta el tipo atónita ante las faltas de respeto y los insultos del reportero. Vamos, que la llama marrana varias veces y se queda tan ancho. Ella, que seguro lo invita a pasar a su casa confiada en que viene con la tele a ayudar a la gente de la barriada. A denunciar lo que pasa allí. Pues nada de eso, con lo que se encuentra es con un tipo que no sólo la cuestiona a la cara sino que difunde esta imagen de ella a través de su programa de gran audiencia. Al final a la pobre señora no le queda más remedio que decirle al reportero que tiene muy poca vergüenza. Y todavía va el otro y le dice que él sólo pregunta. ¿Dónde están las preguntas? ¿Dónde está la neutralidad informativa? ¿Dónde está la ética profesional? ¿Y el respeto a las fuentes? Si desde el mismo momento que entra en la casa ya la está juzgando.
Qué poca vergüenza y qué morro. Y que manera de aprovecharse de la buena fe y de la ingenuidad de la gente con pocos recursos y formación. Del peligro de generalizar y del daño que hacen estas informaciones a la totalidad de la comunidad gitana mejor ni hablamos. Que bastante tenemos con aguantar que nos digan que Callejeros hace una labor social. Seguro que la señora que aparece en el vídeo está de acuerdo con la siguiente afirmación que parece en su página web: "los protagonistas de estas historias se abren de par en par ante la cámara, porque valoran que, por una vez, alguien les preste atención". Vaya tela.