La ONU ha denunciado esta semana la violación del derecho a vivienda de los gitanos en Europa. En concreto, ponen de manifiesto el creciente sentimiento de hostilidad hacia la etnia gitana y piden una mayor protección para el derecho a una vivienda adecuada para esas comunidades en Europa. En el informe, se identifica a España como uno de los países en los que se vulnera ese derecho.El caso de la vivienda de Vilarcháns saltó a los medios hace unas dos semanas. Algunas chabolas del poblado de O Vao iban a ser derribadas y, para las familias gitanas que iban a perder sus hogares, estaba resultando imposible encontrar un domicilio alternativo. Ni les alquilaban, ni les vendían. Y, cuando una familia encuentra por fin una casa en Vilarcháns, los vecinos se niegan a que se instalen gitanos en su localidad.
Muchas veces decimos que los gitanos no pagan sus casas, que prefieren vivir en chabolas (de lujo), a su aire y en sus zonas. Sin embargo, a la hora de la verdad, no estamos por la labor de tenerlos como vecinos. Una triste realidad que dice mucho de la discriminación que padecen los gitanos y de las situaciones de segregación y exclusión a las que se ven sometidos.
