
El 30 de Marzo de 2006 se registró un
tiroteo donde
murieron cuatro personas en la localidad de
Alzira (Valencia). Cuando ustedes leen esta información, aparecida hace algo más de diez días, tiroteo+muerte de cuatro personas+Alzira, neutral, en principio, lo que en realidad estan leyendo es lo siguiente:
Dos familias gitanas han acabado a tiros en Alzira. Ya se sabe, los gitanos rigen su conducta a partir de la "ley gitana" y, la "ley gitana" exige lavar con sangre las ofensas.
Analicemos pues, por qué de una información que, de entrada, parece imparcial, acaba subyaciendo el estereotipo de "navajero" de la "ley gitana" que tanto daño hace a nuestra sociedad.
La respuesta es muy sencilla. Son los medios de comunicación los que perpetúan este estereotipo. Intentaré ir analizando las diferentes informaciones que, relacionadas con este hecho, han ido apareciendo en prensa para justificar mi tesis. Empezaré por los dos grandes diarios nacionales, El País y El Mundo y el otro grande en prensa gratuita, el 20 Minutos:
Les recomiendo que echen un vistazo al cuerpo de la noticia porque, en los titulares, los periodistas solemos ser más sutiles. ¿Qué encuentran? En principio podríamos señalar varios comunes denominadores en las noticias destacadas:
- Para referirse a los protagonistas de la noticia se han utilizado dos denominaciones: Etnia gitana (El País) o clanes familiares (El Mundo). El 20 Minutos utiliza ambos calificativos indistintamnte. No obstante, El Mundo a pesar de utilizar el eufemismo clanes familiares (que no tengo yo claro que no evidencie que se trata de gitanos) se apresura a aportar información como "los detenidos eran de nacionalidad española" o "utilizaron armas de fuego, navajas y palos" (en negrita) y con eso, ya si que se asegura de que nos enteremos bien enterados, de que se trata de gitanos.
- Se potencia el estereotipo de la ley gitana en la cual "el que la hace la paga" a través de expresiones tales como: "altercado entre dos familias gitanas", "ataque de una familia cuyos miembros se vengan a tiros de otros", "disputa entre clanes rivales que acabó en baño de sangre", etc.
- Se sirven de términos (que inconscientemente identificamos con gitanos) como armas de fuego, navajazos, golpes, palos, disparos etc. para consolidar el estereotipo del gitano navajero.
- Se crea una atmótsfera de temor y desasosiego apelando a próximas represalias por parte de las víctimas, sobre todo, en noticias referidas a las medidas de seguridad adoptadas por la policía y al funeral. Para ello se utilizan expresiones como: "un amplio dispositivo de seguridad vigila para evitar venganzas", " funerales de riesgo", "entierro breve y blindado", "vecinos exigen mayor seguridad", "tenso funeral", etc.
- En algunas informaciones, el periodista se permite la licencia de utilizar un lenguaje casi literario (Xavier Spanya, El País) intentando emular los dramas de Lorca pero en una versión cutre, sensacionalista y populachera que ni tiene desperdicio ni tiene razón de ser por el contexto ( señores, que nos encontramos en el siglo XXI) y la dureza de la noticia. Veamos dos ejemplos:
"La tranquilidad reinaba en la calurosa tarde de ayer en la calle Alonso de Ojeda. Tres mujeres enlutadas, de los pies a la cabeza, permanecían sentadas frente a la casa de la tragedia, a escasos metros varios hombres de la misma etnia gitana dialogaban a la sombra en voz baja, uno de ellos se hallaba tumbado buscando el frescor de las baldosas de la acera. Cuatro niños correteaban sin camisa por la zona. Los payos o bien permanecían en sus domicilios o bien abandonaron el barrio como suelen hacer los fines de semana.
La casa pintada de rosa que cuenta con planta baja y una altura fue acondicionada por los familiares de las víctimas para esperar sus cadáveres. Ya no quedan manchas de la muchísima sangre derramada ni en su interior ni en la acera y la calzada."
"Uno de los más afectados fue un hijo de José, el padre de la familia víctima de la matanza, que totalmente enlutado y con el pelo tintado de rubio despidió el féretro de su padre diciéndole "Papi no te vayas". Pero los llantos más desgarradores los protagonizaron las mujeres. Una de ellas se desmayó en el interior de la iglesia y tuvo que ser atendida por el Samur"
No puedo sino mostrar mi indignación por estas informaciones. Que parece que el tal Xavier Spanya se había levantado ese día con ganas de recordar la España de principios de siglo y, mira por donde, le ha tocado pueblo gitano pagarlo. Si en las otras noticias denunciaba que configuran una imagen del gitano basada en estereotipos como "entre los gitanos, el que la hace la paga" o "el gitano soluciona sus problemas a navajazos y a tiros" en ésta, queda patente, además, que el gitano es un ser de otro tiempo, por no decir de otro mundo. No puede uno dejar caer eso y quedarse tan pancho. Y, encima, seguro que piensa que le ha quedado un reportaje de lo más poético. ¡Vaya tela!
Ustedes me dirán lo que se dice siempre en estos casos, que en la prensa lo único que se ha dicho es la verdad: los asesinos eran gitanos, mataron a cuatro personas de etnia gitana, aparecieron en la casa con navajas, pistolas y palos y la familia de los fallecidos amenaza con vengarse. Todo eso es verdad, los habrá, incluso, que piensen que la prensa ha sido demasiado benevolente con los gitanos en el tratamiento de la noticia. No es tan sencillo. Ojalá lo fuera, pero no lo es.
Resulta que los medios de comunicación tenemos una especial responsabilidad en la configuración de la imagen social de la comuniadad gitana. Y esto quiere decir que debemos ser extremadamente cuidadosos con la información que damos acerca de ella. Lo cual no tiene nada que ver con ocultar información, sesgarla o manipularla. Esta es una cuestión difícil de explicar y mucho más de ser llevada a la práctica, no obstante, lo intentaré.
Existe, en nuestra sociedad un fobia anti-gitana, que solemos tener adormecida y que, en situaciones como las de Alzira, aflora. Esa fobia anti-gitana, esos prejuicios y estereotipos que residen en lo más profundo de nuestro ser, se manifiestan. No los construimos a partir de informaciones objetivas, sino que construimos las informaciones a partir de esos estereotipos y prejuicios. Lo que escribimos en la prensa está mediatizado por ese conjunto de estereotipos y prejuicios que ya poseemos y lo que leemos en la prensa nos sirve para legitimar y justificar esa fobia anti-gitana. Lo que hacemos es generalizar, un hecho aislado, en este caso el tiroteo de Alzira, lo converimos en una generalidad. Acabamos por pensar que los gitanos siempre actúan de esa manera. La prensa nos ayuda a construir una imagen del gitano estereotipada y se va cimentando, de una manera cada vez más enraizada, una costra cultural-antigitana. Costra, que cada día resulta más difícil de superar.
El problema se agraba más aún cuando no compensamos las informaciones negativas sobre el pueblo gitano con otras de carácter positivo. No ponemos el mismo énfasis en anunciar que casi todas las asociaciones gitanas han denunciado los hechos, que personas destacadas de la comunidad gitana los han condenado, han apelado a la legalidad o han demandado calma. Eso, no lo decimos, o si lo decimos es muy "bajito" o "muy al final". Total, que de que los medios dicen la verdad nada, dicen una verdad, que es la verdad que apoya lo que ya pensamos o sentimos en torno a la comunidad gitana. Una verdad falsa y cruel. Esa, si es una verdad oculta, sesgada y manipulada.
Así pues, la prensa, cual "el peor de los gitanos", aparece en escena provista de las peores navajas (disculpen la licencia literaria, después de Spanya, era obligada), aquéllas, cuyas heridas no son tan superficiales, las de las secuelas más letales, las invisibles, las subliminales. Juzguen ustedes (es mucha la información para que conformen su propia opinión) pero, no es tan difícil adivinar quién hace más daño.
Noticias de otros periódicos/medios:
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